jueves, 10 de febrero de 2011

La importancia de los años 40 en la música popular cubana




El 20 de Mayo de 1939 se fundó la R.H.C. Cadena Azul, emisora de radio que abarcaría plenamente todo el perímetro de nuestro país, compitiendo con una de la emisora radial más famosa y potente de nuestro territorio La C.M.Q.. R.C.H. Cadena Azul, estaba dirigida por Amado Trinidad Velazco y tuvo sueldos más prometedores para músicos, artistas, escritores y todo un componente de la gama radial, es así como se realiza una gran avalancha de talentos artísticos , algo incontenible.

Se escucharon los mejores años de los Matamoros, La Orquesta de Antonio María Romeo y Barbarito Diez, El Cuarteto de Isolina Carrillo, el Trío Los Hermanos Rigual de Oriente, Chano Pozo y su Conjunto Azul, Conjunto Camacho, Orquesta Habana Casino la cual acompañaba los espectáculos de artístas cubanos y extranjeros.

Por otra parte La C.M.Q. con desventajas económicas pero realizando un gran esfuerzo mantenían programas estelares tales como: Los Episodios de Joseíto Fernández y la Guantanamera, el Trío Servando Díaz (en su momento cumbre) y a las 9 de la noche presentaba un programa de primera magnitud con una Orquesta dirigida por Carlos Ansa y con la conducción de Germán Pinelli, donde se presentaban infinidad de entretenimientos, así como al cantante más versátil y famoso de toda Cuba en esos momentos, nos referimos al camagüeyano Orlando Guerra (Cascarita). En otros horarios presentaban a Luisito Pla y sus Guaracheros, Orquesta Belisario López con su cantante Joseíto Nuñez, y Orlando de la Rosa y su cuarteto. También podemos agregar que en el año 1945 el Conjunto Casino comenzó a transmitir en C.M.Q. manteniéndose por varios años.

En la radio Mil Diez sucedía algo muy distinto, esta emisora con un presupuesto pequeño y con la ayuda de obreros, mantenían programas con una considerable audiencia. Así sucedía con el programa de la Orquesta Radiofónica de Arcaño, inclusive en otros horarios actuaban los Jóvenes del Cayo, Trío Juvenal Quesada, La Orquesta Siboney de Pilderot, etc.

Un caso excepcional lo resultaba la Emisora Radio Salas con su lema:

Radio Salas, La Emisora más antigua de Cuba, es la decana en el deporte y en la música cubana.
Pues bien, esta emisora era la que más programas musicales en vivo tenían en Cuba, y no le pagaba a nadie excepto el pasaje que costaba 10 centavos, ida y vuelta.

El programa principal de esta emisora lo fue "Los Tres Grandes", el cual realizaban Antonio Arcaño, Arsenio Rodríguez y Melodía del 40 con Regino Frontela Fraga. En otros horarios se podía escuchar a los Hermanos Castro, Swing Casino, de Güines, Conjunto Cauto de Mozo Borgellá, Camacho, Trío García con Justa García, Trío Bumba Né, Trío Hermanos Torres y también el trovador Ñico Membiela trasmitía un programa diariamente en la famosa emisora.

La C.M.B.Z. Y C.O.B.Z. Radio Salas, situada en San Rafael y Trocadero poseía un equipo de grabación para poder contar con programas grabados a la falla de alguna orquesta en un momento determinado.

Radio Salas tenía la posibilidad de reiterar un número popular pasándolo varios veces en el día, según peticiones.
Otra emisora lo fue, La C.O.C.O transmitía un programa nocturno desde el Cabaret Zombie donde actuaban la Orquesta de Adolfo Guzmán y el Conjunto Cubavana de Alberto Ruíz, era un programa muy escuchado. De esta forma con más o menos exactitud se fusionaban la música cubana y la Radio en Cuba.

La calle Paseo Martí, que el pueblo la bautizó con El Paseo del Prado, era la vía por excelencia para la distracción en los años cuarenta, desde Monte y Prado donde se asentaba La C.M.Q. con su estudio y espacio para el público. Una Cuadra más al norte o sea Prado y Dragones se situaba la Marquesina del Saratoga con una tarima cerrada por cristales y mesas alrededor, ahí actuaban los más connotados artistas y músicos cubanos.

Dos cuadras más distantes se encontraban Los Aires Libres, donde existían dos tarimas abiertas, como a cincuenta metros de distancia y actuaban regularmente en una, la Orq. Ensueño de Guillermina Follo y en la otra las Anacaonas con suplencia en ocasiones de las Hermanas Álvarez. Frente por frente al capitolio la Emisora Cadena Roja producía en sus estudios música viva donde entre otras cosas se podía escuchar al Trío Hermanos Díaz con el tanguista Armando Bianchi y el Conjunto Bolero del 32 de Luís Felipe.

Llegando a la esquina de San José y Prado nos encontramos con el Cine Teatro Payret con películas y show, y siguiendo la ruta del Prado nos encontramos que a partir de Neptuno comenzaba el Paseo del Prado con una gran avalancha de pasiantines para terminar en malecón después de pasar por la R.H.C. Cadena Azul instalada en Prado y Cárcel.
Mención especial merece el Cabaret Tropicana de la Avenida Truffin, bajo la inspiración del brasileño portugués Víctor de Correa. Este cabaret comenzó con un espectáculo de variedades que lo integraban entre otros Bola de Nieve, Rita Montaner, Felo Bergasa, Vilma Valle, Estela y Rolando Lima, pero su situación era precaria hasta la llegada de la Orquesta Gran Casino, bautizada posteriormente en Cuba por los Chavales de España.

Los grupos que actuaban en dicho Cabaret lo fueron la Orquesta Armando Romeu y el Conjunto de Ernesto Grenet.
El Cabaret Motmatre mantenía un gran show con la Orquesta Casino de la Playa y un grupo bailable. Igualmente el Sans-Sousí disfrutaba de un gigante espectáculo dirigido musicalmente por el maestro Rafael Ortega. En el Hotel Nacional actuaban los Hermanos Castro, alternando con la Orquesta Riverside, cantando Tito Gómez.

El Cabaret El Cursal, era un pequeño local donde actuaban el pianista matancero Dámaso Pérez Prado, quién a finales de los 40 pasó al casino Nacional con la Orquesta Casino de la Playa. En el Cabaret El Faraón de Zanja y Belascoaín actuaban la Orquesta Curbelo y el Conjunto Niágara.

En estos años que mencionamos afloró una gran cantidad de pianistas, canta autores y acompañantes que algunos son merecedores de ser mencionados como por ejemplo René Touset, Julio Gutiérrez (Inolvidable), Candíto Ruiz (Yo te quise), Fernando Mulens (Qué te pedí), Adolfo Guzmán (Profecía), Isolina Carrilo(Dos Gardenias), Boby Collaso (La última noche), Orlando de la Rosa (Vieja Luna), Armando Beltrán (Nadie como tú), Ernesto Duarte (Como fue),Facundo Rivero (Lacho), Mario Fernández Porta (Que es lo que pasa), Genaro Lombida (Confidencia de amor), Rey Díaz Calvet (Me gustas) entre otros.

En el año 1946 los Hermanos Ernesto y Ramón Sabat, instalaron en la calle San Miguel una Compañía de Discos que bautizaran con el nombre de Panart, disquera que causó gran expectación en nuestro sector musical, puesto que allí grabaron artistas famosos y otros menos conocidos como fue el caso de la Sonora Matancera. Esta pequeña agrupación comenzó a grabar con distintos intérpretes obras que sembraron pauta en nuestro país, tales como Dos Gardenias cantada por Daniel Santos, Mata Siguaraya (El yerbero moderno)y Songo le dio a Borondongo cantada por Celia Cruz Alonso, esto por mencionar algunas de los cientos de obras grabadas por esta agrupación. También grabaron en esta Empresa otros solistas y agrupaciones.

Igualmente la R.C.A. Víctor mantenía sus habituales grabaciones con el inconveniente de tener que llevar las matrices a Nueva York para reproducirlas.

Existieron agrupaciones que tuvieron vigencias en aquellos años que merecen ser recordados, tales como el Trío La Rosa, Trío Matancero, Camaguey, Pinareño, Oriental, Hermanas Lago, Hermanas Martí, Orquesta Gris, Novedades, Hermanos Contreras, Paulina Alvarez, Conjunto Casablanca, Saratoga, Orquesta Hermanos Palau, Julio Cuevas, Lebatard, Hermanos Martínez, Conjunto Colonial, Conjunto Saratoga, Gloria Matancera, entre otros.

En esta relación no hemos tenido en cuenta las agrupaciones que se formaban al azar en una o varias actividades.
Las obras que tuvieron vigencias en los cuarenta, El Kimbonbó (Luis Griñan), Que se fuña, Luis Martínez (Lilí), El cuento del Sapo, (Félix Cárdenas), Un brujo en Guanabacoa (Ermeregildo Cárdenas), Lo último, (Blanco Zuazo), Buscando la Melodía, (Julio Blanco Leonard), Convergencia (Guerra y Gutiérrez), La Sitiera (Rafael López), La vida es un sueño (Arsenio Rodríguez), Plazos traicioneros (Luis Marquetti), Chacumbele (Alejandro Mustelier), A mí qué (Jesús Guerra), El telefonito (Silvestre Méndez), Encatado de la vida (Justi Barreto), Comprensión (Cristóbal Doval), El viejo verde (Agustín Ribot), Oriente cuna Florida (Emiliano Ponciano), María Cristina (Ñico Saquito), La Cazuelita (Gelacio Delíz), La caminadora (Néstor Milí), Alborada (Celia Romero), Bilongo (Rodríguez Fife), Paran Pan Pan (José Valdéz Catané y José Rivadulla), Mi Bumba Né (Senén Suárez), Hasta mañana vida mía (Rosendo Ruíz), Contigo en la distancia (César Portillo de la Luz), El paso de Bibijagua (Julio Cueva), Angoa (Felix Reina), Almendra (Abelardito Valdéz), En el Tibiri tabara (Pablo Cairo), El Golpecito (Verde de León), Remberto Becker (A toda Cuba le gusta).

Estas obras y autores mencionados no da en modo alguno el repertorio utilizado y creado en esta década pero si da una pequeña panorámica del mismo.

A finales de los años 40 Dámaso Pérez Prado creó una banda gigante de músicos y realizó grabaciones en la Panart resultando un tremendo fracaso, en realidad esta Empresa no se encontraba en condiciones de realizar este trabajo. Pérez Prado no se amilanó y se marchó para México consiguiendo en este país su idea dorada, crear un ritmo orquestal, el cual lo identificó como Mambo. Años más tarde han salido polémicas con el ritmo, pero yo pienso que solo sea con el nombre de Mambo, puesto que el ritmo ha salido de la fecunda inspiración del genial matancero.

Finalmente no podemos soslayar la música campesina en la forma perenne en que se ha mantenido en nuestro país y de paso mencionar a Guillermo Portabales, Coralia Fernández, Ramón Veloz, Celina González y Reutilio, Raúl y Radiunda Lima, Adolfo Alfonso y Justo Vega y otros tantos que han mantenido esa bandera bien en alto.



Fuente: CUBARTE