domingo, 12 de diciembre de 2010

Bartolomé Maximiliano Moré



                                          Autor: Senén Suárez Hernández | Fuente: CUBARTE 
Serían las once y treinta de la mañana cuando llegué al reparto La Cumbre, morada del “Bárbaro del ritmo”. Él se encontraba guitarra en mano tarareando Santa Isabel de las Lajas. Entonces fue que le dije: Creo que llegué en mala hora y el me contestó: Por nada compay, lo estoy esperando.¨


Así comenzó una amistad, la cual quedó para mis recuerdos.

Por los años 1940, yo vi en muchas ocasiones a un joven alto y delgado acompañado de dos guitarristas actuando en varias bodegas y restaurantes del centro de nuestra capital y lo que más me llega a la memoria fue uno de sus guitarristas, que le llamaban cariñosamente “La Pulga “. Su nombre era Enrique González Castillo y había creado varias obras de la trova, entre ellas la más popular fue “Así es la vida”.

Este simpático compositor mediría, aproximadamente, un metro y treinta centímetros. En 1944-45 a Miguel Matamoros se le presenta un contrato para actuar en México, y para esta ocasión conformó un conjunto con dos trompetas, piano, contrabajo, bongoes, el trío, más un cantante que resultó ser Bartolomé.

Los ensayos ser realizaban en la estación radial 1010, donde yo frecuentaba asiduamente

Antes de marchar para México Miguel grabó los siguientes temas musicales ¨Penicilina¨ de Abelardito Valdés, ¨La cazuelita de Gelasio Delis, Buenos hermanos¨, DR.¨ La reina del bohío¨ de Miguel Matamoros Mexicanita veracruzana de Rafael Enrizo, ¨Me la llevo¨ de Rafael Cueto, Seré dichoso, de Ramón Dorca, ¨¿Qué será eso?¨ de Delanchaux, ¨Ofrenda Criolla¨ de Guillermo Rodríguez Fife, y ¨Se va a morir¨, M. Matamoros, (Estos datos han sido tomados del libro Ofrenda Criolla del musicólogo José Reyes Fortun).

Me contaba el guitarrista y compositor Roberto Nodarse, quien estuvo varios años con un trío en México, que en ese país no interesaban muchos los tríos guaracheros y si los de repertorio románticos. Entonces la incógnita es: ¿Matamoros sabía eso o aumentó el grupo por intuición.?

Por aquellos tiempos el Sonero Mayor respondía al nombre de Bartolo y, a sugerencia de Rafael Cueto, sustituyó su nombre por El Benny.

Me contaba Ramón Dorca a su regreso de México, y quien a su vez se incorporó a mi grupo, que el Conjunto Matamoros después de triunfar una temporada en esa ciudad, Miguel decidió regresar a Cuba y para ello reunió a sus músicos y les dijo:
¨Nos vamos para Cuba, él que quiera viene conmigo y él que no, pues se queda bajo su responsabilidad¨.
Después de la situación planteada por Matamoros, cada músico tomó el camino deseado, unos se quedaron y otro se marcharon con Miguel. Entre los que se quedaron se encontraban Ramón Dorca y Benny More.

En el caso del Benny, parece, según me contaba un amigo, que el riguroso Sindicato de Músicos de México le dio luz verde pues comenzó a desarrollar una labor artística inmensa en el hermano país azteca, sólo comparable con la de Dámaso Pérez Prado. Trabajó en varias películas, teatros, radio y TV y grabó una considerable cantidad de obras musicales.

Pero, lo más interesante de este intérprete cubano, fue su labor como creador, resulta increíble las melodías desarrollada por su inspirada musa. Compuso obras tanto en México como en nuestro país, y resulta de interés para este comentarista mencionar algunas:
Mangolele
Desdichado.
Mamboleta.
El brujo de Trinidad
Bonito y sabroso
Compay seboruco.
Batiri.
El conde negro.
Buena bonita y barata
Se te cayó el tabaco.
Rumberos de ayer
Caricias cubanas.
Devuélveme el coco.
Perdí la fe.
Guajiro
No te atrevas.
Amor fingido.
Locas por el mambo
Ensalada de mambo
Ahora soy tan feliz
Mi saoco.
Dolor y perdón.
Dolor carabalí
De la rumba al cha cha chá
Santa Isabel de las Lajas
Cienfuegos
Que bueno baila usted
Mi amor fugas

Estas obras, grabadas en discos comerciales y muchas de ellas reproducidas en infinidad de veces, dan una idea de la profundidad que tienen las creaciones de este compositor que si no hubiera sido un genial intérprete, como compositor también su fama resultaría meritoria.

Yo vi por primera vez al Benny actuando en el cabaret La Cubana situado en Carretera Central y Avenida de Dolores. Como el tiempo pasa y la memoria puede traicionarnos, contacté con mi colega Oney Cumba el cual, me confirmó que también conoció al famoso intérprete en el mismo sitio.

Tengo en mi poder una fotografía de la banda del Beny realizando un programa de TV. Patrocinado por el ¨Arroz El Chino¨ con los siguientes músicos : Rolando Laserie ,( Paila) ), Luis El Pive (Trombón) Rigoberto Jiménez (Rabanito Trompeta ), Alfredo Almentero ( Chocolate Trompeta), Corbacho (Trompeta), René Aiyon (musiquito Sax), Roberto Barreto (Sax) Enrique Benítez ,El conde Negro (voz) , Santiago Peñalver (sax), Fernando Álvarez (voz y maracas) Ignacio Cabrera (pianista), más el Beny, el contrabajista y el tumbador no salieron en la foto--Al pie de la foto se lee. Primera Orquesta de Benny More año 1954.

A mediados de la década de 1950, la dirección del cabaret Tropicana se percató que después del segundo show los clientes se marchaban y el sitio se quedaba casi sin público, entonces, para poder equiparar esta situación, idearon contratar la banda del Benny para un tercer show que serían como a las dos de la madrugada. Bartolomé aceptó el contrato y el cabaret se mantenía con numeroso público.

El bárbaro del ritmo” fue un sobrenombre aplicado al sonero por el locutor Ibrahim Urbino, apodo que nunca le gustó al intérprete cubano.

Bartolomé Maximiliano, había grabado su magnifica obra Santa Isabel de las Lajas dedicada al pueblo donde nació el 24 de Agosto de 1919 en una tonalidad increíblemente alta y por tal motivo la cantaba relativamente poco.
Una noche, de aquellas memorables de Tropicana, un cliente de esos finalistas del cabaret, lanzó un grito y le dijo:¨!Benny, cántame Santa Isabel!¨ Nosotros que no nos perdíamos una sola actuación de él y de hecho él lo sabía, volteó la cabeza para nosotros y nos dijo no sé con qué c… Nosotros conocíamos que ya el más grande de los soneros cubanos se encontraba afectado de la voz producto de su incansable labor diaria, unido a las grabaciones, bailes y los continuados tragos de bebidas alcohólicas que lo iban minando poco a poco, le era imposible cantar esa obra en una tesitura tan alta. El cantor le contestó al señor cortésmente: ¨Mire amigo hoy no traje ese arreglo será en otra ocasión.¨

La naturaleza le pasa la cuenta a toda persona que maltrate su organismo al extremo que lo hizo nuestro entrañable colega, y que lo lamentaremos grandemente.

El fallecimiento de Bartolomé Maximiliano Moré, el 19 de febrero de 1963, a los 44 años de edad, resultó un duelo para nuestro sector artístico y para el pueblo en general que lo disfrutaba y lo quería.

Cuando lo velaron un corto tiempo en Prado y Virtudes, yo no pude ni acercarme a la acera del edificio de la cantidad de público que allí se concentraba.

Pero cuando más afligido me sentí fue cuando vi su entierro por TV en un documental de Santiago Álvarez, con la música de fondo del son montuno que él gentilmente me cantara ¨Soy campesino¨.

En el año 1968, Alberto Limonta, quien años atrás fuera administrador de la orquesta de Benny Moré, comenzó a trabajar con mi agrupación, y en uno de esos viajes que acostumbrábamos a realizar para el interior del país nos contó una anécdota sobre su estancia en aquella orquesta.

“Nosotros nos encontrábamos amenizando un baile en el pueblo natal del Benny -nos dijo Limonta –y cuando terminamos de actuar yo acudí a cobrar el precio de la actividad. Y justamente cuando salíamos del liceo de Santa Isabel de las Lajas se nos presentó una joven con una presencia deprimente con un niño en los brazos y otro en la mano. Ella se dirigió al Benny y le dijo: ¨¿Tú no me conoces Benny? El cantante le contestó: ¨ Pues chica no, no ,me acuerdo de ti.¨ y la muchacha le dice:
¨Benny yo fui tu novia cuando vivías aquí en Lajas¨. Tal parece, según comenta Limonta, que el Benny sí la reconoció y dirigiéndose al administrador le dijo: ¨Dale el dinero del baile¨. Comenta Limonta que se quedó lívido. ¨Mira Benny –le comentó Limonta — eso es mucho dinero vamos a darle cien pesos¨. Benny ripostó: ¨Dale los 900 pesos del baile y mañana resolvemos eso.¨ Entonces, Alberto, con un nudo en la garganta, metió la mano en el bolsillo y le dio el rollo de pesos del mencionado baile.

Me comentaba el delegado de la orquesta del Benny que, de regreso para la Habana, todos dormían como angelitos menos él que seguía con su nudo en la garganta.

Cuando llegaron a la capital con los claros del día, su señora le comentó. Alberto vas a bañarte y dormir, y le contesta: Bueno a bañarme sí, pero en cuanto termine de bañarme voy como un tiro para el reparto La Cumbre.
Temprano en la mañana, Limonta llegó a la casa del cantante que dormía plácidamente. ¨No lo llame, yo espero¨ le dijo a la señora del Benny que si se encontraba despierta, Me comentaba el colega que en la Cumbre esa mañana de domingo todos dormían, menos él, que no había pegado los ojos.

El Benny se levantó y le dijo: ¨¿Compay administrador, usted no duerme?¨’ Y él le contestó: ¨Imposible amigo Benny, tú sabes que hay que pagarle a los músicos que de seguro los tengo a todos en mi casa.¨ y el Benny le dijo: ¨Eso lo vamos a resolver enseguida, déjame tomar café y nos marchamos¨

Los dos tomaron el automóvil del cantante y se marcharon rumbo a la casa de Alipio García, dueño del AliBar. El Benny tocó la puerta de Alipio quien salió soñoliento y le dijo: ¨¿Qué te trae por aquí?¨. ¨Nada chico vengo a que me prestes 900 pesos.¨

¨¿Benny tú estas loco?, ¿cómo yo voy a tener esa cantidad de dinero en mi casa?¨ y Benny ripostó: ¨ Vamos al banco yo sé que tú lo tienes allí.¨ ¨Pero chico tú sabes que hoy es domingo¨
Limonta se alejó un poco y después llegó Benny con el dichoso dinero el cual hizo que se le destrabara el nudo de la garganta al preocupado delegado.

Comentaba en su relato el músico que cuando llegó a su casa se encontraba la orquesta en pleno sentada en la sala de su casa, esperándolo como se espera a un rey mago.

Nada…, cosas del impredecible e irrepetible Sonero Mayor de Cuba.